ES ASÍ…

Es caminar pero no avanzar

Es despertar pero seguir soñando

Es gritar sin ser escuchado

Es respirar pero seguir ahogado

Es decir la verdad pero seguir mintiendo

Es mirar y sentirse ciego

Es así y ya no puedo cambiarlo…

PEOPLE ALWAYS LIE…

Se suponía que era la persona de confianza. La persona. Es ese ser que siempre está ahí, en el que uno se apoya cuando siente que tiene el peso del mundo sobre los hombros, el que te escucha y te da fuerzas para seguir luchando contra lo que a veces es simplemente insoportable. Ese, quien te conoce por dentro y por fuera, quien sabe tus manías, la forma en la que te ríes, la manera en la que pronuncias ciertas palabras en determinadas situaciones, y que a veces sabe mejor que tú como vas a reaccionar ante algún hecho. Aquel que siempre te dijo que confiaras…

Pues llegó el día en que todo se fue al carajo, en que quebramos platos y rompimos vasos. Ese momento en que nos dio igual que los vecinos nos escucharan decirnos las peores cosas, el día en que el que decía las cosas más hirientes ganaba… gané.

Se sentó en el sofá con la cabeza entre las manos. El silencio hacía ruido. Yo, apoyada en la pared, esperaba una explicación, algo coherente que me hiciera entender. Ningún sonido salía de sus labios, los mismos labios que había besado con locura el día anterior y el día anterior a ese. Al parecer no tenía nada más que decir, ya nos habíamos gritado todo.

Era momento de que yo aceptara que él había mentido, que me había prometido no traicionarme pero lo había hecho. Me sentí vacía. Me senté en la alfombra con la espalda apoyada en la pared. Las piernas recogidas. Lo miré. Lo miré tanto que finalmente levantó la mirada y me miró directo. Como amaba esos ojos mentirosos.

Estuvimos mirándonos por largo rato. Diez o quince minutos quizás, hasta que finalmente lo admitió. Había sido un beso. Un beso que había quebrado el balance. Un beso que no estaba presupuestado. Un beso que me ocultó y que pudo ser un asunto superado si lo hubiera dicho en el momento. Pero decidió mentir.

Seguramente lo voy a perdonar, sé que lo haré, pero hoy no. Tomé una chaqueta y me fui. Necesito pensar pero lejos de él. Necesito respirar un aire que no me recuerde la mentira y la discusión, que no me haga pensar en que esa persona, la persona que más sabe de mí y que me dijo que confiara, me mintiera.

EL TELÉFONO

¿Volverás a buscarme? ¿Encontrarás lugar en el tren que debe traerte de vuelta a mi vida? Sólo responde el maldito teléfono, no te quedes en silencio cuando te hago una pregunta. ¿Acaso es tan difícil dar una respuesta? Simplemente dos letras – SI o NO.

Aún no entiendo el por qué de estas eternas conversaciones por teléfono si nada de lo que decimos nos trasladará a un sitio seguro. Nos alimentamos de ilusiones que a fin de cuenta lo que logran es enredar mi cabeza y destrozar eso que alguna vez dijimos tener. Si no tienes el valor de decirlo, al menos, escribe una carta, inventa una excusa o por lo menos deja de llamar.

¿Todavía estás al teléfono? No, yo sigo aquí, esperando a ver si algo pasa, a ver si la lluvia limpia los vidrios de mi ventana y logro ver con claridad el horizonte que estos últimos días ha estado cubierto por la neblina y el smog… ¿Y? ¿Algo más de lo que tengamos que hablar? No quiero prolongar los momentos de silencio… sé que lo que haces allá no puede esperar, que si no se van pronto les cancelarán sus reservas en el restaurant.

Sí, debo estar inventando, estas alucionaciones… mejor hablamos cuando vuelvas de cenar, cuando la lluvia se acabe, cuando el tren deje la estación y cuando esto deje de dolernos a los dos.

ES MÁS QUE ESO…

Oh there’s a very pleasant side to you

A side I much prefer

It’s one that laughs and jokes around

Mardy Bum by Arctic Monkeys

Justo lo que hablábamos. Dejar de ser dependiente y darse cuenta que todo pasa por uno.

Fue difícil, un periodo oscuro, lleno de baches y tropiezos, pero sin eso, jamás habría visto que era capaz de vivir y superar esa pena, los lamentos y esa melancolía que me seguía a todos lados.

Tomar las cosas como vienen, buenas o malas, lo importante es vivir, disfrutar lo bueno, superar lo malo, sonreír sin importar cuan triste esté, no hay mal que dure 100 años, a lo más 99, pero ¡qué importa! Si de eso se trata este cuento, disfrutar de todo.

Ya, sorpréndanse, si sé que tuve mi periodo dark, donde estaba absolutamente desconcertada de todo, donde veía negro negro, donde nada parecía valer la pena, donde me sentía en la isla más desierta de todas. Pero si Tom Hanks logró escapar de la isla junto a Wilson – su amigo/pelota – yo también pude y salí de mi encierro.

No sé si tengo más razones para estar más feliz que el año pasado, las cosas son iguales, el punto es que yo estoy mirando distinto. Después de meses aprendí la lección: No volveré a dejar que mi vida dependa de otros y que eso me afecte.

Sí, tengo licencia para estar triste, pero no pueden ser más de dos días al mes, porque finalmente, no tengo mayores problemas. Al contrario, diría que la vida es bastante amable conmigo.

LA PREGUNTA

No, no tenía nada que ver con eso, yo sólo preguntaba… simplemente me interesaba saber.

¿Raro? ¿Por qué? ¿El interés en algo tan normal como saber cómo has estado es raro para tí? Eso me parece raro a mí. No tiene nada de malo preguntar… y tampoco no querer responder.

Pero, calma, ¿qué pasó ahora? ¿te molesta que no quiera seguir preguntando? ¡Pero si me acabas de decir que es raro que pregunte!

¿Podemos dejar el tema hasta aquí? No, no podemos, debí suponerlo.

¿Cómo has estado? La pregunta es completamente inocente y no tiene doble significado.

Mmm… no, no estoy siendo irónica.

¿Algo más? Me aburrí. El subtexto me cansa.

No, nada más que decir.