Me cuesta, me da vergüenza, me da miedo, me da pudor, no tengo la valentía de dejar todas mis aprehensiones a un lado y comenzar a contar lo que realmente me gustaría decir, simplemente doy pinceladas de lo que es y no el texto completo.
Yo podría ser su amiga si me atreviera a acercarme y preguntarle cómo lo hace, en qué piensa o cómo dejó atrás el temor a ser criticado… es probable que el día que pueda llegar a ese nivel de perfección, mi vida comience de nuevo y mis textos finalmente sinceros, como los de él, como quiero que sean los míos.