Historias

EL PODER DE UN ABRAZO…

No era necesaria la cercanía porque la atracción era evidente. El simple roce de sus piernas mientras compartían el sillón era electrificante y pese a que Antonia hacía esfuerzos por omitir a su cuerpo, el corazón la traicionaba y latía cada vez más rápido. Rafael quería manejar la situación pero al notar la indiferencia de ella, seguía intentándolo, provocándola y haciendo de cada momento una oportunidad para mantenerla cerca de él.

Antonia no sabía cómo, pero lograba mantenerse impávida y hacía de esos gestos algo cotidiano a ojos del resto, pero su interior le gritaba desesperadamente que las fuerzas pronto se agotarían y que un roce más y se entregaría nuevamente a sus brazos. Sabía que era un peligro, que eso no podía volver a ocurrir y esa dualidad interna la desesperaba.

Sin mayor movimiento, el brazo de Rafael se apropiaba de la cintura de Antonia y juntos observaban una situación absurda, a la cual ella no prestó atención, todos sus sentidos estaban en la mano de Rafael que suavemente acariciaba su espalda, de forma sutil, invisible, electrizante…

Ella se movió levemente del lado de Rafael sin perder la conversación y ocultando por completo los sentimientos provocados. Por su mente, se cruzó la idea de dar dos pasos y abrazarlo. Lo miró. Lo observó. Respiró. Y se alejó.

De haber estado solos, el final de esta historia hubiese sido muy distinta.

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LA INTROSPECCIÓN COMO PARTE DEL FUTURO

Después de tantos cuestionamientos que por semanas  me tuvieron inmersa en  pensamientos realmente pelotudos y que me aportaban nada más que angustia gratuita, llegó a mis manos un libro que puede ser algo mamón, pero que finalmente ha puesto frente a mis ojos temas no resueltos en mi vida y situaciones que me han impedido avanzar.
La realidad es que «Las mujeres que aman demasiado», es más que un título cursi, y una frase excesivamente usada, sino que es el principio de un trabajo intenso y profundo que me ha llevado a encontrar la explicación a muchas actitudes y acciones que, pese a que me parecían inofensivas, me han alejado de mi principal objetivo en la vida: Ser feliz.
Y es que me di cuenta que nunca me había tomado el tiempo de pensar en los errores verdaderos, sino que gastaba mi tiempo en sufrir por sufrir, en gastar lágrimas en hombres que poco o nada han aportado a mi vida y en desperdiciar mis horas – y hojas de cuaderno – en tratar de comprender sus actitudes. Finalmente, la solución es simple y puede parecer evidente pero: «Me tiene que querer tal cual soy», pero a la hora de la verdad, siempre hice lo contrario y me volvía mono intentando complacerlos, sólo para que me dieran una sonrisa… estar enamorada no es igual a sufrir!!!! (desde hoy tatuado en mi frente!)
Sé lo que está pensando y yo también lo reconozco, pero celebremos el hecho que algo me hizo abrir los ojos y que al fin siento que puedo comenzar a reconstruir mi camino en pos de un futuro feliz, lleno de dicha y de satisfacciones.
Entonces, no más lágrimas por señores que no son capaces de marcar 7 números para saber si es que aún estamos vivas, no más pena por caballeros que tienen mente bipolar y un día te aman con locura y al siguiente apenas te dan los buenos días, porque si te aman de verdad harán lo que sea por verte feliz y si ser feliz implica que te quieran tal cual eres, pues, lo harán… y el que no lo haga, ÉL SE LO PIERDE!
Como dice mi querida amiguita Pabli «PARE DE SUFRIR, AMIGA MÍA», olvídese de ese que no es capaz de verla y quererla sólo porque existe y vaya en busca del encuentro con su alma gemela, que de seguro la debe estar esperando a la vuelta de la esquina…
Confianza porque de que existe, existe 😀
PS: Dedicado a todas las que han sido o son igual que yo… cuesta pero ya es momento de vivir como lo merecemos
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SENSACIÓN DE VERANO…

Esa ansiedad de ver llegar los buenos momentos y los deseos de sentirme inmensamente feliz, esa inocencia juvenil y esperar esa paz que te da la inexperiencia. Hoy me siento como esa adolescente feliz, como cuando estaba en la universidad, cuando la vida era simple y en los tiempos en que soñar estaba permitido y aceptado.

Estos meses han sido agitados pero desde hace un par de semanas, todo ha fluido y he logrado respirar.

Algunos lo llaman crecer, yo simplemente digo que esto es una buena etapa de la vida y el deseo de tener energía para despertar y pensar “Hoy será un buen día”.

Hay cosas sin resolver aún, pero estoy en proceso de llegar a un buen término, conforme y tranquila, para así recobrar esa esperanza que guardé en algún cajón de mi memoria y que tuve por meses perdida. Es ahora el momento de tomar decisiones, ponerme metas, retomar proyectos, terminar otros y hacer esas cosas que he desechado sólo por miedo a no lograrlo.

Así es que, los dejo por ahora pero los mantendré informado, porque esto recién comienza…

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