LA DIFERENCIA

La diferencia es que ahora sé qué hacer
tengo respuestas y evidencias pero las omito
me propongo tener la razón
y creer que al final del día voy a despertar.

La diferencia es que ahora estoy un año más vieja
pero lo que cruza mi cabeza se mantiene igual;
el tiempo se detiene pero avanza
el tiempo es mi nuevo enemigo.

La diferencia es que ahora tengo miedo,
tiemblo y cierro los ojos para ocultarme
y pretender que no pienso, no siento, no recuerdo
porque no luché por mi derecho y ahora ya no lo tengo.

VOLVER A PINTAR…

Las pocas energías las uso en respirar y mirar. A veces ni siquiera me acuerdo que debo almorzar. El desayuno y la cena son dos temas eliminados de mi vocabulario diario. Con una comida al día y las pocas ganas que tengo de dormir, difícilmente me concentro por un periodo normal en una actividad que me distraiga, generalmente estoy con un pensamiento monotemático que ni siquiera me permite hacer lo que más amo: pintar.

Y es que las veces que he llegado a tomar un pincel y hacer una línea sobre el lienzo, inmediatamente mi corazón recurre al centro de inspiración más prolífero pero a la vez más nefasto que tengo. No logro desarmar la conexión que construí entre lo que solía hacerme feliz y lo que me destruyó por completo.

En blanco… bueno, casi. Eternamente, como un habitual de mis neuronas está situado ese pensamiento poco amable, recurrente pero odioso… miento. Si realmente quisiera, lo lograría, si realmente lo deseara, volvería a pintar y encontraría la inspiración en un lugar verdadero. Pero la necesidad de sentirme vulnerable se ha convertido en una adicción y más de una vez al día pienso en la locura que hago al dejarme controlar.

La permanencia o el abandono, ambas decisiones me mantienen en jaque. Y aunque grite a los cuatro vientos que pintar es lo que más amo, la realidad es que nada me interesa lo suficiente, porque me mantengo ligada a un pensamiento que derrumba, que me cambia el rumbo, me detiene, me absorbe, me enloquece, me presiona, me debilita cada día un poco más. Ya no recuerdo como amar.

Y no lo recordaré, porque ya no me amo. No como, no duermo, no pinto. Dos o tres palabras al día. Mis macetas están llenas de ramas secas, no hay flores, ni orden. La imagen del lugar perfecto es sólo un recuerdo en la mente de quienes alguna vez me visitaron. Hoy, he cambiado la armonía por las lámparas sin ampolletas y las habitaciones con vista al lago por cortinas gruesas y oscuras.

No pinto, porque no quiero seguir pintando sobre ese pensamiento, pero, ¿cómo lo elimino de la costumbre, de la normalidad de invocarlo cada vez que mezclo los colores? ¿Debo exorcizar los óleos y derramar los aceites? ¿Olvidarme de los lienzos y comenzar a practicar en las paredes? ¿Dibujar la misma escena hasta que comience a parecerme distinta?

UN DÍA COMO CUALQUIER OTRO, EXCEPTO…

Se supone que la primavera es la época del romance, que el verano es el tiempo de esos amores fugaces y apasionados, que el otoño trae consigo largas caminatas por el parque de la mano de tu elegido/a y el invierno es el tiempo en el que una chimenea y una copa de vino es lo que basta para una noche perfecta…

Si todas las estaciones son el momento exacto, ¿por qué el 14 de febrero es EL DÍA? ¿cuál es la idea? ¿destrozarte en medio de las vacaciones? ¿hacerte sentir miserable a la mitad del verano? ¿por qué no el 30 de junio, por ejemplo? ¿por qué el verano es la temporada oficial del amor?

No es que me cargue el 14, pero días como estos me hacen sentir casi que cargo de conciencia por no tener a nadie que me regale flores, o a quien regalarle algo… y quieras o no, comienzan los cuestionamientos propios y, obviamente, los de tu familia. ¿Es que acaso hay algo malo? Es que la soledad por opción es un tema tan cuestionable. Sinceramente, yo no pienso que alguien haya dejado pasar al amor de la vida simplemente porque su opción en ese momento fuera mantenerse soltero. O sea! esa es la número 1 de las 10 excusas más tontas para justificar la falta de novio/a.

¿Por qué no somos más pro e incorporamos en el calendario comercial el Día de los Solteros? ¿Es que soltero y amargado es una convicción universal? ¿o es que acaso quienes estamos solteros no tenemos derecho a celebrar? Digo yo, por lo menos que una vez al año nos toque a nosotros sentirnos la guinda de la torta, porque mal que mal, el resto del tiempo nos pasamos mirando y «celebrando» el amor ajeno. Que una vez nos toque a nosotros!

En todo caso… feliz día a todos quienes tienen con quien celebrar el 14… y a quienes no, no pierdan la oportunidad de reunirse con esos a quienes más quiere y si se quiere deprimir, deprímase en comunidad! porque para eso están los amigos – solteros, claro! los con pololo/a, ni pescan! jajaja

Advertencia: Si usted es soltero/a, ni piense en salir a algún lugar público, llámese, restaurant, mall, parque, bar etc., o si quiere, salga, pero sólo si está a prueba de balas contra el romance compulsivo, sino, refúgiese en la casa de su amistad más cercana y recuerde buenos tiempos, como el 13 de febrero o planee un día feliz, como el 15 de febrero.

Mientras conversa con sus amigos, porque si tiene novio/a, obviamente ocupará el tiempo en algo más productivo, escuche estas canciones:

Amy Winehouse – Love is a losing game
The Beatles – All you need is love
R.E.M – The one I love
Wet Wet Wet – Love is all around
Alanis Morissette – Let’s do it (Let’s fall in love)
Kelly Clarkson – The trouble with love is
Robbie Williams – Love Somebody
The Cardigans – Lovefool

SIN PRESIONES POR FAVOR…

He escrito… pero nada publicable. Por algún motivo, las palabras no tienen sentido y las oraciones son una hazaña. Un lavado de neuronas urgente!!!… o el masaje que me ofreció Teddy – que feliz lo habría aceptado si es que no hubiese estado en la oficina -.

Me carga febrero, ¿lo había mencionado alguna vez? Tanta calma me da sueño.

Tengo que romper con la rutina… Me quiero tirar en parapente… a ver si resulta. Y como dicen por ahí, debe ser una señal, porque justamente el domingo pensaba en eso y hoy me lo mencionaron… averiguaré a ver si es que alguien se enloquece conmigo.

Tengo 4 CD’s nuevos y sólo he escuchado música… música que no debería porque me hace pensar y pensar. Y canto, la tarde entera… y la mañana y la noche. ¿Por qué canto si es febrero? Me carga febrero. Y tampoco me ha servido para escribir. Something good must come…

Mi cabeza está temporalmente fuera de servicio. La luz de advertencia también. Y la verdad… no quiero arreglarlas, me cansé de esa eterna preocupación porque todo funcione correctamente. Esta vez, voy a ser yo, en mi vereda, no en la del frente. Has to be the grass always greener on the other side of the fence? Voy a comprobarlo.

¿Un paseíto a la playa? ¿Un buen baile? ¿Un carrete memorable? ¿Un cafecito bien conversado? ¿Algo o alguien que me saque a febrero de encima? (Me inclino por el «alguien»  hehehe)

Me voy a dormir.

… DETENIDA …

Sonreí.
Sonreí hasta que me dolió la cara, pero sonreí. Y sigo aquí, esperando por algo.
Camino. No sé que hay adelante.
No sé cómo recorrí lo pasado, pero estoy y sigo.
¿Qué sigue? No sé e intento no inquietarme, espero lo que viene.
A ver como seguimos, quizás lo logremos, quizás no.
Quizás vuelva a sonreír sin sentirme obligada… antes que me olvide como hacerlo.